Carta de Rafael Larco dirigida a Elena Izcue, le cuenta que está terminando sus trabajos sobre la civilización norteña, y que se inspiró en los dibujos de la artista. También le cuenta que desea vender un manto Paracas. El dinero que consiga lo invertirá en el Museo de Chiclín, que posee una de las colecciones más importantes del mundo en cerámica norteña.