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El artículo anuncia la apertura del Primer Festival Americano de Pintura, que se llevó a cabo en la Feria del Pacífico y luego en el Instituto de Arte Contemporáneo (I.A.C.) de Lima. Organizado por el I.A.C. y el grupo cultural "Jueves" de San Isidro, el evento contó con la participación de artistas de siete países sudamericanos. Se otorgaron dos premios: el Gran Premio de $3,000, financiado por el diario Expreso, y el Premio de Adquisición de $1,000, donado por Alejandro Miró Quesada Garland.
La iniciativa buscaba posicionar a Lima en el circuito artístico latinoamericano como una contraparte de la Bienal de São Paulo, con ediciones programadas para años pares.