La carta de Juan Ríos Rey en La Prensa del 10 de junio de 1951 es una respuesta al artículo “Controversia” publicado en El Comercio. En ella, Ríos critica la pintura abstracta y la idea de “arte por el arte”, argumentando que el arte debe tener un propósito más allá de la forma pura.
Defiende que la pintura debe ser un "arma de combate", como decía Picasso, y rechaza la idea de que la abstracción sea una evolución superior del arte. Para él, los artistas deben desarrollar una identidad propia en lugar de seguir modas extranjeras.
En su crítica, menciona que el arte abstracto tiende a deshumanizarse y perder su capacidad expresiva.