Alcance y contenido:
Resumen del debate sobre la pintura en Perú en 1951, en el que artistas y críticos discuten si existe o no una identidad pictórica peruana. Fernando Szyszlo sostiene que en Perú no hay verdaderos pintores porque no existe una escuela consolidada, mientras que Juan Ríos Rey acepta la existencia de pintores, pero cree que aún falta una identidad propia en la pintura peruana.
Cristina Gálvez contradice a Szyszlo mencionando a varios pintores peruanos destacados, pero también afirma que el arte contemporáneo no puede surgir en Perú sin raíces europeas. La discusión se intensifica con la participación de otros artistas como Sérvulo Gutiérrez, quien defiende que el arte es universal y no debe encasillarse en tendencias como la abstracción o el realismo.
El crítico Samuel Pérez Barreto apoya la idea de que la pintura de Szyszlo representa una conexión con la esencia del Perú, pero cuestiona su postura de que el arte peruano debe encontrar su solución dentro del arte occidental. El Grupo Espacio también interviene, comparando la visión de Szyszlo con la de Vallejo, argumentando que la mirada hacia afuera no excluye la identidad propia.