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El artículo, escrito por Sebastián Salazar Bondy, cuestiona el aparente estancamiento del Patronato de las Artes, una entidad fundada con grandes expectativas y propósitos, como la creación de un Museo de Bellas Artes y la protección del patrimonio cultural peruano. Tras su fundación, el Patronato, que contaba con la participación de destacados intelectuales y representantes de diversos sectores, ha caído en la inactividad.
Salazar Bondy critica la indiferencia oficial y la falta de un plan concreto para materializar las ambiciones del Patronato, señalando que el proyecto parece haber quedado en una "gestión fallida" o en un impulso pasajero sin profundidad. Además, advierte sobre la urgencia de actuar, destacando que el patrimonio cultural peruano corre el riesgo de perderse o quedar relegado debido a la falta de compromiso y liderazgo efectivo.
El autor llama a retomar con determinación y responsabilidad las labores del Patronato, insistiendo en la necesidad de convertirlo en una institución activa y funcional que pueda cumplir con su misión de proteger, difundir y promover el arte y la cultura del Perú.